En el #6 de La Visión de Tom King y Gabriel H. Walta (el último incluido en el primer tomo de la edición española de Panini) hay una discusión muy interesante sobre el problema P vs NP. No voy a entrar a discutir las cualidades de esta magnífica serie, ya que podéis consultar si os interesan las reseñas en la Zona Negativa aquí y aquí, e iré al grano. Cuelgo las tres páginas y la coda para que admiréis el dibujo de Walta, y por si os da pereza traducir o la imagen queda muy pequeña, traduzco el texto.
- Como pasa a menudo, aunque trate de complejidades, el problema en si mismo no es complejo.
- Para simplificarlo aun más, descartaré la nomenclatura y me concentraré en los conceptos.
- P representa problemas que un ordenador puede resolver en una cantidad razonable de tiempo. Por ejemplo, la multiplicación. Das dos números a un ordenador, le pides que los multiplique y obtienes la respuesta muy rápido.
- Para obtener dicha respuesta, el ordenador no comprueba todos lo números posibles que podrían encajar en la ecuación. Eso llevaría demasiado tiempo, de tantos números que hay.
- No, el ordenador untilizará un algoritmo, un método, un atajo. Resuelve el problema, no adivinando al azar sino mediante un proceso ordenado.
- Eso es P.
- Problemas que son prácticos. Problemas que, usando una especie de atajo, se pueden resolver.
- Existe, sin embargo, otro tipo de problema. Uno para el que no hay atajos.
- Estos problemas tienen solución. De hecho, si tienes una solución y le preguntas al ordenador si es correcta, el ordenador te dirá si lo es o no.
- Sin embargo, si pides al ordenador que resuelva el problema por ti… el ordenador, sin su atajo, simplemente comprobará un número prácticamente infinito de posibilidades hasta que tropiece con la correcta.
- Encontrar la respuesta llevará miles de millones de años a miles de millones de ordenadores.
- Esto es NP.
- Problemas que, a efectos prácticos, simplemente no se pueden resolver
- La gran pregunta sobre P y NP es si son de hecho una sola cosa
- ¿En realidad hay atajos para todos los problemas resolubles? ¿Es que simplemente no hemos descubierto todavía estos métodos esquivos, estos algoritmos perdidos?
- Y si eso es cierto, si todos los problemas NP son simplemente problemas P que esperan nuestra solución… entonces un ordenador podría resolver, a falta de un término mejor, TODO.
- Todos los grandes secretos, desde las colisiones de átomos hasta las colisiones de galaxias, quedarían desvelados. Los veríamos. Serían nuestros.
- Por el contrario, si NP no es igual a P, entonces sencillamente hay problemas –problemas con soluciones– que los ordenadores no pueden resolver.
- Y como tales, dadas nuestras limitaciones, las grandes cuestiones de esta vida quedarían para siempre sin respuesta.
¿Qué hace esta descripción de P vs NP en este tebeo (por cierto, titulado eso, “P vs NP”)? Muy sencillo, la Visión quiere ser normal, quiere ser feliz, quiere que su esposa e hijos (no preguntéis) sean felices. Si la felicidad es un problema P, entonces debe de haber un algoritmo sencillo, un “atajo”, como lo llaman en el texto, que nos permita encontrarla. Pero no lo encuentra, y como predice Agatha Harkness en las últimas viñetas del tebeo, la Visión va a recurrir al enfoque indeterminista: va a probar y probar y probar lo que sea para intentar encontrar la felicidad para su familia. Y el desastre está asegurado. Hasta aquí os quiero contar.
Y como aún llego a tiempo, esta entrada también participa en la Edición 8.5 del Carnaval de Matemáticas cuyo anfitrión es Raíz de 2.